No se te para macho.

Si había personas que creían que este espacio era meramente para el público femenino, se equivocan. Porque hoy, luego de tanto tiempo, abordaremos una temática masculina, que obviamente afecta a mi sexo y al de mis compañeras, hablando de éste como género y como acción literal.
Conociste a Pablo en la facultad, divino. A él le gusta el helado de frutilla y a vos el de chocolate. A él le gusta mirar películas en casa y a vos te gusta salir a bailar. A él le gusta comer en Mc Donald’s y a vos te gusta el pollo deshuesado. ¿Y qué tendrá que ver el culo con tomar la sopa, no?
"- ¡Es que nos complementamos, mami!"
Que ingenua. Tu pensamiento cuasi-ignorante cree que las diferencias atroces conllevarán a una vida plena y feliz. Pero llega el momento, en que cambias de parecer. Pablito no es tan genial en el área sexual. Pensaste que le podía pasar una vez, dos, tres… ¿Ocho?
El tema es que el flaco se puede clavar un tarro entero de viagra, y el amigo sigue cómodamente acurrucado en sus sueños más profundos.
Pablito ya no es tan divino, te cae mal que quiera comer todos los putos días en Mc Donald’s, que se interne a jugar a la play con los amigos día por medio y que el muy mierda de su aparato reproductor no tenga ganas de colaborar. ¡Pero lo peor! No es que esta extremidad no quiera aportar ayuda sino que el mismo Pablo se regocija en su inhabilidad. Tu por entonces aburrida compañera de aventuras, sufre ataques cardíacos y epilépticos por la falta de un mimo masculino, ¡Mientras que una vez por mes viene Andrés que es MIL veces más colaborador que el pelotudo de Pablo! No sólo tu pequeña chuchita es la que no soporta la situación, sino que tu persona va entrando rápidamente en un estado de depresión e histeria.
Tu última opción, es utilizar los atributos que papá y mamá te han dado, como para revertir la situación. Con tu mejor cara de boluda, te adentras en una tienda que posee elementos característicos para el coíto, más conocida como “sex-shop” y te compras el bien ponderado disfraz de enfermerita.
Hoy, es tu noche. Hoy, DEBE funcionar. Las velas están, el disfraz está, el estetoscopio al cuello está, ¡La base está muchachos!
Pablito te ve caracterizada y el termómetro le marca 85º de temperatura, el pibe no puede más pero su pajarito está anestesiado de por vida y no va a cantar hasta morir ni por decreto papal, es más, nunca cantó.
Por lo tanto, y con carpa, lo mandas despacito a la loma del ojete donde seguramente tenga una playstation para seguir estimulando su inactividad, mientras vos (Boluda, pero no tanto) te vas a dar vueltas por la facultad buscando a otro tipo que te deje vivita y culeando.

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