14.1.10

No sos un peinado, pero se te ve la raya.

Si hay algo que nunca terminaré de comprender es porqué asquerosa razón la gente pasea mostrando el comienzo de sus aposentos. Me intriga de sobremanera como carajo hacen para no sentir el chiflete que atenta a la hipotermia de los vellos de dicho lugar. Llega un momento, en que uno se pregunta si esta grieta produce estalactitas en sus profundidades y quien las porta se siente cómodo en el afán de mostrar algo tan indeseable.
Caso aceptable:
Muchacha que camina apacible por Cabildo y Juramento, sin intenciones dobles, sufre la perdida del boleto de transporte que venia aboyando en su mano. Ya que ésta, es fiel colaboradora de $5 mensuales a greenpeace y como bien dijimos “no tiene malas intenciones” se agachará a cooperar con la pulcritud del mundo, a la vez que muestra sus atributos y por ende, su minúscula tanga aleopardada. Mientras tanto, Cabildo y Juramento aplaude la gracia del Señor. ESTO, es un caso aceptable.
Casos inaceptables:
1- Profesión: Obrero.
Es de pleno conocimiento que toda persona que incursione en esta labor, va a mantener media nalga por fuera de su vestimenta. La pregunta que todo el mundo se cuestiona es: ¿Por qué mierda trabajan de culo a la vereda?
2- Profesión: Plomero
Si bien el pobre señor debe obrar en cuclillas, ponemos en duda su incapacidad de sentir el vientito en la raya y ocasionales gotas de agua. Por lo tanto, nos preguntamos: ¿Por qué no se sube el pantalón con la mano que esté más desocupada?
Solución:
El universo ha conspirado, produciendo algo llamado moda y gracias a la misma poseemos el conocido TIRO ALTO. Que no sólo se gesta como un estereotipo novedoso, sino que es quien puede reparar el daño del que estamos hablando. Por otro lado, quien ha usado alguna vez un boxer, sabe muy bien que sus intimidades, íntimas quedan.
Entonces, preguntamos con firmeza y repulsión: ¿Por qué carajo este tipo de operarios utilizan un bombachón de abuela estirado que la modernidad impulsó a llamar slip?
Y es aquí donde encontramos la compasión, donde damos un giro al tema y las culpables son ELLAS, las esposas y/o cónyuges de dichos trabajadores. Las mismas, con el sentimiento de ahorro a flor de piel, son las que compran slips al por mayor cada muerte de obispo. Por lo tanto, no son sus humildes maridos quienes tienen la culpa de este recorte de presupuesto que los obliga a vivir de calzones estirados, elásticos rotos y culos al aire.
Mientras tanto, estas turras, andan derrochando platales en diminutas tangas aleopardadas.


//Esaputaverdad, no intenta herir los sentimientos de ninguno de sus visitantes, ni discriminar al lector, toda intención de la redacción es la diversión de quien visita este sitio. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

No hay comentarios: