El dilema aparece en el momento en que esta acción se convierte en una incomprensión entre tu persona, el inodoro y tu culo. Nos encontramos frente a una actitud invasiva en la que los amigos del interior se quieren quedar a conocer el obelisco, el cabildo, la casa rosada y el centro geográfico de Buenos Aires. Aquí hay una clara falta de comunicación entre tu recto y el pujante deseo de evacuar. Que no sólo provoca una incomodidad sino también el típico comentario femenino (Que luego se vuelve una excusa): “¡Ayy! Estoy hinchada”
He aquí las soluciones ó complicaciones que existen para solventar el pequeño inconveniente.
Existirá gracias a la bondad de la televisión y el apetito marketinero un producto tan pequeño como inservible. Y que como atributo extra llevará consigo el odio de las mujeres por las prendas de vestir violetas. Hablamos, por supuesto, del tarrito de ACTIVIA. Que aunque posee innumerables sabores, tales como:
- Frutilla
- Durazno
- Ciruela
- Frutos del bosque
- Pasas al rhum
- Cordero patagónico con finas hierbas
Sólo servirá para seguir obstruyendo tu orificio de salida. Además, de ser un alimento que contiene: Acti Regularis, Bifidobacterium y otras tantas porquerías que inventa La Serenisima y nadie sabe para que carajo sirven. Lo qué si sabemos todos es que es un yogurcito pedorro y que a vos, la flora intestinal que tanto menciona, se te está transformando en un Amazonas.
Pero si no te convence, podes optar por un digestivo DULCOLAX.
Las perlas, te las colgas del cuello.
Con las grageas, haces un postre navideño.
Y las gotas bien sabes que se usan para los ojos, que no te vengan a tomar de boludo.
Se puede recurrir también a los remedios caseros, que si bien, tienen una reputación intachable, no cabe duda de que son las técnicas más asquerosas contra el estreñimiento. Estos son:
- Comer ciruela o pasas de uva en abundancia
- Tomar una infusión de semillas de lino
- Tomar Aloe Vera en ayunas (Sí, tomarlo)
- Mandarte cuanto pan de salvado y agua mineral tengas a mano.
Todos estos recursos serán grandes alentadores para la desinhibición de tu materia, pero va a ser más fácil hacer fuerza tres meses seguidos que probar esos brebajes repugnantes.
Queremos alertar a aquellos que se se están clavando los sachets de activia al por mayor, que deben dejar de comer queso a la vez. Una horma de este alimento va a formarles un hermoso tapón al que habrá que sopapear enérgicamente si se quiere revertir el temita.
Y avisamos también a aquel que se fue de mambo y por ende, por el caño…que le afloje a los remedios antes mencionados porque va a tener que manducar sopa de zanahoria y manzana pisada eternamente.
Con tanto tránsito lento, recomendamos una sentada en el trono con una revista de su interés en una mano, y mucho papel higiénico en la otra, que seguramente promoverá a la felicidad de su intestino.Y a aquellos que no se sienten tocados por el tópico en cuestión y hacen de vientre con aroma a rosas. Les decimos, constipadamente, que se vayan a cagar.
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